CORNUDO
Parte No. 1
Comienzo con que hace más de 2 años le confese a mi esposa mi fantasía y deseo de verla disfrutar con otro hombre «ser cornudo» Observar, disfrutar del previo «La Conquista». Sentir el morbo de ver cómo poco a poco ella se deja seducir y se va entregando. Contemplar su blanco y hermoso cuerpo penetrado por una verga distinta a la mía, sentir sus gemidos de placer, oír ese «Dame Duro pero Duro» ver como su culo rebota a las embestidas de su Macho, saborear su rica vagina llena de semen. Así tal cual me lo imagino sentado y disfrutando de una buena copa de vino.
Recuerdo que la noche en que le confese todo le pareció loca la idea me decía que estaba enfermo se reía; pero veo en su mirada y expresión que tiene curiosidad, entiendo que no es fácil convencer a la esposa para que haga esto. Esa noche en que le confese mi deseo y fantasía pensé que me iba a votar por una ventana con ropa y todo jaja. Mi esposa viene de una familia muy conservadora, machista y religiosa ya se podrán imaginar lo que a ella le debió pasar por su cabeza cuando le solté todo esto, pero poco a poco ha ido aceptando juegos, compré algunos juguetes sexuales, hace poco me insinuó de una forma muy directa que quiere el Satisfyer pro, pues le encanta tocarse su clítoris; ya hemos fantaseado en la intimidad, pero todavía no acepta hacerlo real.
Un día cualquiera y luego de más de 8 años de casados me confeso que cuando éramos novios:
Hago un paréntesis para poner la historia en contexto para el año 2010 yo vivía en otra ciudad Bogotá y ella en Neiva. Las palabras exactas fueron: «Esposo yo no solo he tenido relaciones sexuales contigo». Resulta que tenía un compañero de trabajo con el que salía se divertía y cogía a la par que nosotros éramos novios así de simple me lo dijo.
Admito que sus palabras fueron una «Bomba» para mí, las sensaciones y pensamientos que pasaban por mi mente eran: excitación, frustración, morbo, curiosidad, pero saben contrario a lo que la mayoría de los hombres sentirían en estos casos no experimente celos; no sabía por dónde comenzar a preguntar.
¿Cómo había sido? ¿Cuánto tiempo fue? ¿Quién era? ¿Cómo lo hacían? ¿De qué tamaño tiene su verga?
Todo esto y más pasaba por mi mente, sentí mucha excitación, me masturbé imaginando todo. ¡Reconozco que! ese «pajazo» ha sido uno de los más placenteros de mi vida. Comprendí y entendí que felizmente había sido cornudo sin saberlo; luego de 8 años de matrimonio y 2 años de haberle contado mi fantasía a mi esposa. Saben cuándo conocí a la mujer que hoy en día es mi esposa, ella era virgen y creí que solo había estado conmigo. “Podía haber apostado lo que fuera”.
Ese día mi esposa me dejo ahí… no me conto nada más, porque eso era su vida privada, ya se podrán imaginar como quede. Pasaron como 4 meses y una noche conversando se dio el tema de su excompañero.
Me conto que él: Sabia como cortejarla conocía sus gustos, era educado, olía muy bien, bailaba aún mejor, era un macho Alfa en toda la expresión de la palabra, la trataba como una reina, le gustaba acompañarla hacer compras, tenía la habilidad para calentarla parlamento como dicen popularmente. Mi esposa me ha confesado que su órgano femenino no está abajo sino en el oído le encanta ese previo. Él era dominante tomaba la iniciativa y si a esto le súmanos que ella era inexperta sexualmente hablando para esa época ya se podrán imaginar el resto.
A este punto a mi esposa se le notaba la felicidad y excitación en su expresión y cuerpo contando sus aventuras. Entonces pregunto… ¿Quiero saber más? Me lo presenta en foto y me da su nombre. ¡Le replico! ¿Dame más detalles? Su respuesta nuevamente es que eso es su vida privada; me volvía a dejar caliente y con el morbo a mil. Para mí es cuestión darle confianza, seguridad y tiempo para que se abra más y continue su relato.
La noche en que me conto, un poco más de los detalles nos fuimos calentando le propuse fantasear, ¡Déjame ser tu excompañero! Cabe mencionar que el excompañero tiene el mismo nombre que el mío, comencé con susurrar al oído diciendo…. ¿Recuerdas lo rico de como la pasabas con él? Me abrazo más fuerte de lo normal se subió encima de mí y fue como un interruptor, el beso que me dio era candela, metió su lengua en mi boca de una manera muy intensa como si no hubiera un mañana ese beso recorrido todo mi cuerpo como un corrientazo sentía su pasión y excitación.
Me responde: «Lo recuerdo muy bien; ven que quiero coger duro» nos desnudamos rápidamente como un par de amantes que no tienen tiempo, me pide entonces que le haga oral, coloque mi lengua sobre su clítoris el cual hervía sentí nuevamente ese corrientazo que la estremeció diciéndome: ¡Estoy muy caliente y mojada! ¿Te gusta? ¡claro que si amor! respondí.
Para mí era cumplir parte de mi fantasía; ver su blanco y hermoso cuerpo como se estremecía, sentí sus tetas duras, los pezones estaban erectos era un espectáculo, ella ardía, mi lengua hacía que ella temblara estaba muy caliente sentí su primer orgasmo en mi boca ¡Que delicia! continuo con el oral se vino otra vez fue rápido, ella quemaba su cuerpo temblaba, se retorcía de placer, sus fluidos sabían a «Cornudo» Cambiamos de pose me pide que la penetre, la pongo en cuatro en posición de perrito. «Dame Duro pero Duro desde el comienzo no lo vayas a sacar, ni te vayas a venir» gemía muy duro, ¡Me decía! ¡Dame así duro…! su cuerpo estaba que explotaba de placer, seguía pidiendo dame duro……tocaba su clítoris con la mano derecha le hacía muy rápido y fuerte le daba sin control….
¡Me vengo grito que rico!!!! sentí un calor delicioso dentro de su vagina, que ahogaba mi verga con sus fluidos ese orgasmo fue épico. Casi sin pausa cambiamos de pose ahora estaba encima de ella, haciendo el misionero, mi verga entraba en su vagina sin control era delicioso la sentía lubricada al máximo. Me susurra al oído «¡Sigue dándome Así! ¡Así me gusta! Subimos la intensidad me pedía ¡Dame duro duro!……como podía se tocaba su clítoris ¡me vengo!!! Yo ya me iba a venir a este punto ya no gemía, gritaba lo que se escuchaba como un poema, volví a sentir su vagina totalmente inundada, nos vinimos a la vez.! Que rico fue ese orgasmo ¡ambos temblábamos de placer, su cara, su cuerpo lleno de goce eran sublimes no lo escondía. Me pide sigue…dale… Ella quería que la siguiera penetrando con mi semen dentro de su vagina. Sus palabras fueron: ¡Quiero que se te ponga duro otra vez!
¡Me gusta mucho que rico! me lo confeso en ese instante; le di un poco más, sentía como mi verga mezclaba mi semen y sus fluidos dentro de su vagina, que delicia… ya me estaba poniendo duro otra vez su vagina quemaba me pide entonces que baje y me tome todo; en ese instante se me cruzaron tantas cosas por la mente me imagine esas cogidas con su Macho Alfa haciéndole todo esto y más… las cuales debieron ser muy placenteras para ella. Entonces baje a tomarme sus fluidos ya mezclados con mi semen que delicia era mi primera vez haciéndolo; a este punto yo no la creía, todo fue tan excitante y delicioso a tal punto que a la fecha sigo bajando a tomar ese manjar delicioso de semen y sus fluidos.
¿De qué tamaño tiene su verga?
Para contar esta anécdota comienzo por decir que las veces que se lo pregunté siempre me respondía con evasivas diciendo que eso era su vida privada, hasta que en una ocasión estábamos conversando vía WhatsApp, en un grupo de Telegram habían publicado una foto en donde estaban diferentes tipos de vergas cogí y se la envié preguntando:
¿Cuáles tipos de vergas conoces?
Su respuesta fue:
Conozco 3 tipos, Pitbull Man, Dancing Man y 64 Man, fue muy morboso escuchar eso, de inmediato tuve una erección, ¡pero aún más caliente fue cuando me dice que la de su excompañero era la Pitbull Man a lo cual le replico! Entonces a ti te gusta una verga gruesa me dice sí, pero no sea muy larga. Les cuento que según mi esposa mi verga es la 64 Man (14.5cm) pero no tan gruesa y que la otra verga que conocía era la de un exnovio con el que casi pierde la virginidad, la cual era Dancing Man y que se había quedado con las ganas de probar.
Hace poco recordando todo esto, estábamos cogiendo delicioso ella estaba boca arriba la estaba penetrando duro gemía delicioso, entonces saco mi verga y comienzo a meterle solo la punta de mi verga que es más bien gruesa, de a poco lentamente, sin exagerar comprobé que le encanta una verga gruesa me decía ¡Me gusta mucho que rico!, en el tiempo que le di de esta forma tuvo varios orgasmos cuando finalizamos me reconoció lo rico que lo había sentido.
Saben la confianza y seguridad han sido fundamental para que ella se habrá a contar, más anécdotas y vivencias incluso ya me empezó a mencionar experiencias de un exnovio con el que casi pierde la virginidad; eso me pone a mil ella lo sabe. Ya con el vibrador la he visto disfrutar sola e imaginando todo.
¿Qué opinan voy por buen camino para algún día volver a ser cornudo?
La segunda parte se pone más caliente……..
Escucha este relato en Spotify y en YouTube.
Relatos eróticos de Madame lautier.
Si quieres contactarnos y compartir tus relatos, escríbenos al correo [email protected]
0 comentarios